Juan José Vega
Todo lo aprendió en la batalla de Tarapacá. En La Breña sólo el paisaje habría de variar. Del salitral desértico a las punas y anfractuosidades cordilleranas. De las neblinas a las tormentas.
Del sol que calcina a los hielos que matan. Sacó Cáceres experiencias de los desastres de esa campaña del sur que no condujo; y exprimió ímpetu y energía de la victoria que logró, un 27 de noviembre de 1879. Además, lauros en retirada. Porque en los anales de la historia universal resulta raro encontrar triunfos así replegándose. Es necesario apelar a genios de la guerra, como Napoleón en el Beresina, en la Rusia de 1812; o en Kiev con Erich von Manstein en 1943.
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martes, 16 de febrero de 2010
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