Monumento en Rancas a la memoria de Silveria Tufino Herrera
Silveria fue una madre de familia cansada de abusos y decidida a hacer respetar sus derechos como mujer y comunera; cierto día Silveria llegó a la casa de su hermano y entre lágrimas le dijo:”papá, ayer me ha pegado Donora” (administrador de la hacienda Pacoyán) esa mañana las vacas que cuidaba Silveria habían pasado el cerco en busca de pasto y ella había pasado a recogerlas. Ahí no más apareció el gringo a caballo y al verla bajó de su caballo y la agarró a puntapiés. A partir del recuerdo y la resistencia al olvido, la memoria documenta, selecciona y transmite mediante la oralidad, estos sucesos. Así en Rancas, generación tras generación se han ido enterando de la masacre de huayllacancha, una de las tantas luchas que no ha sido recogida ni reconocida por la historia oficial.
Elizabeth Lino rescata del olvido oficialista una de las màs ilustres mujeres que lucharon en defensa de su comunidad con palos y hondas frente a las balas del gobierno de entonces que defendiô los intereses de la Cerro de Pasco Corporation.
*El escrito fue publicado el el diario El Comercio de Lima el domingo 08 de marzo de 2009
http://zumbayllu.blogspot.com/2009/03/silveria-tufino-herrera.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario